En mayo arrancó un nuevo beneficio para los trabajadores y empresarios del país, que viene a revolucionar el mundo de la capacitación, tal cual había sido entendida hasta ahora. Se trata del bono Voucher, iniciativa impulsada por Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence), que rompe el esquema planteado por las tradicionales franquicias tributarias y becas sociales, dotando al beneficiario de la libertad para elegir el área en el cual desea capacitarse y la entidad que le prestará el curso. Toda una novedad que apuesta a facilitar el mecanismo para optar a cursos de capacitación, además de ampliar el universo de beneficiarios.
Claudio Palma, Jefe Programa Bono Capacitación del Sence, se refiere a los alcances del bono Voucher y la forma en que los trabajadores y empresarios de la industria panadera pueden acceder a éste y beneficiarse de programas de capacitación de su interés, contribuyendo a mejorar la gestión diaria del negocio.
¿En qué consiste el bono Voucher?
El bono Voucher es un documento que permite al beneficiario canjearlo por un curso de capacitación en una parrilla previamente definida, seleccionando a un proveedor dispuesto para tales efectos. En términos prácticos, a este bono pueden postular ciertas personas (Bono trabajador Activo) o Empresas (Micro y Pymes), que cumplan con los requisitos previamente establecidos por el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence).
Para obtener el bono Voucher se debe postular vía Internet en aplicaciones que están disponibles en www.sence.cl. Si el postulante cumple con los requisitos, imprime el bono, y con éste paga sólo un 20% del valor del curso que el beneficiario ha elegido, según las áreas en las que se quiere desarrollar y que le ayudarán a mejorar sus competencias laborales. Este pago será devuelto al beneficiario siempre y cuando, él apruebe un examen final de conocimientos y registre una asistencia superior al 75% a lo largo del curso de capacitación.
¿Qué diferencia plantea la capacitación vía Voucher versus las franquicias tributarias o becas sociales?
La primera gran diferencia entre el bono Voucher con los otros mecanismos que operan como beneficios para capacitarse, radica en que el beneficiario del bono es quien decide en qué área capacitarse y dónde capacitarse, en contraste con lo que ocurría en el caso de la franquicia tributaria, donde un tercero decidía qué cursos de capacitación debía seguir el trabajador y/o el microempresario. En este sentido, el bono Voucher es sinónimo de independencia y libertad, dado que tú te haces cargo de tu capacitación, y eres tú quien define con qué entidad capacitarte. En consecuencia, esta nueva herramienta implica un cambio importante en el mercado de la capacitación, tal cual estaba planteada hasta ahora.
Otra diferencia entre el bono Voucher y los demás mecanismos, es que los prerrequisitos para postular al bono hacen que sea accesible para un mercado de beneficiarios más amplio, y al que las otras modalidades de beneficios, no llegaban.
Finalmente, hay que destacar que en la modalidad de la franquicia tributaria, por ejemplo, la capacitación estaba muy jerarquizada, debido a que eran las empresas quienes decidían qué trabajadores iban a recibir el beneficio. Por ejemplo, en el caso de la franquicia tributaria los grandes usuarios históricamente han sido las empresas grandes y medianas. Por lo tanto, los trabajadores y empresarios Pymes no se ven beneficiados con el uso de la franquicia tributaria. Entonces, en la base laboral de la franquicia tributaria, hay mucha gente que no recibe capacitación.
Además, la franquicia tributaria tiene dos componentes limitantes: uno que el dinero se devuelve al final del período, una vez que has hecho tu proceso de devolución de impuestos. Por lo tanto, puedes hacer la capacitación en un año y perfectamente pueden pasar ocho o 10 meses hasta recuperar el dinero, lo que implica que las pequeñas empresas de alguna forma comienzan a quedar fuera.
Otra limitante de la franquicia tributaria es que hay que saber administrarla, para lo cual se necesita tener a un equipo de gente dedicada a la gestión, lo que al final también se transforma en una valla para las pequeñas empresas.
¿Tomaron el modelo Voucher de algún otro país?
Efectivamente, nos fijamos en la realidad de otros países de la región latinoamericana como Paraguay, Guatemala, Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina. También observamos el escenario en Europa y estudiamos lo que pasaba en Alemania, Bélgica e Italia.
Analizamos este modelo en conjunto con expertos del mundo de la capacitación a trabajadores, y determinamos que era necesario implementar el bono Voucher en el mercado laboral chileno. El año pasado hicimos el piloto, luego afinamos el diseño y este año el programa partió en forma masiva.
¿Y cómo ha sido la experiencia en esas naciones?
Si bien ha habido ciertos problemas en el proceso de implementación del bono Voucher, los resultados finales han sido sumamente positivos para los trabajadores. Ahora, nosotros hemos sido muy cuidadosos a objeto de que el diseño a nivel local contemple todos los resguardos para que el beneficiario final del bono, efectivamente sea la persona que lo necesita y le corresponde. Por ello, cada bono tiene un set de requisitos a cumplir y para eso estamos trabajando con información pública que nos ayuda a discernir quien es susceptible de recibir el bono Voucher o no.
¿Cómo cree que va a evolucionar en Chile la experiencia de que ahora el trabajador sea quien seleccione la oferta de capacitación?
La experiencia del piloto, que se llevó a cabo entre octubre y diciembre de 2010, y donde participaron trabajadores de Santiago, Atacama, Antofagasta, Concepción y El Maule, fue muy alentadora. A ellos les sedujo mucho la idea de que tuvieran la posibilidad de elegir ellos mismos los cursos de capacitación, a partir de un abanico acotado de programas.
Nuestro objetivo para este año es arrancar con el bono Voucher entre mayo y octubre. Para ello estamos trabajando en perfeccionar aún más el diseño. Por ejemplo, hemos notado que muchos Mypes necesitan capacitación en la acción, casi ad hoc a su realidad. Vale decir, las herramientas laborales que podemos transmitir a las Mypes, tienen mucho que ver con el trabajo en terreno que ellos desempeñan, ya sea en su negocio, en su predio agrícola, o bien, en la calle. Entonces, ¿cómo vamos a donde ellos están y les entregamos herramientas y conocimientos que necesitan? Este es uno de los desafíos en los cuales estamos trabajando.
Es importante destacar que el bono Voucher es un beneficio que conlleva un esfuerzo para los beneficiarios, de tiempo y dinero para transportase. Pese a ello, el beneficio supera estas vallas.
Nuestra expectativa es entregar 100.000 bonos Voucher este año y que en 2012 cuadrupliquemos esta cifra. Hay un mercado potencial muy amplio y la gente que no se ha visto beneficiada por capacitación es mucha. Además, esta modalidad está llegando no sólo a las principales ciudades de cada región, sino que además a comunas más pequeñas al interior de las regiones
Otro atributo del bono Voucher es la pertinencia de los cursos, lo que significa que los cursos están muy vinculados con los sectores productivos de cada región. Ello porque lo que se espera de cada uno de estos bonos es que aumenten la empleabilidad y la movilidad del trabajador. Aquí no se trata de capacitarse por capacitarse. La idea es que el beneficiario pula sus competencias laborales y pueda optar a mejores oportunidades de trabajo.
¿Cómo los trabajadores de la industria del pan y la pastelería, podría beneficiarse utilizando el Voucher?
Accesando a la página web del Sence, donde la información está disponible desde el pasado 15 de abril. Aquí se explica cómo postular y las condiciones generales del programa, a través de un instructivo. El trabajador o microempresario panadero puede ver qué cursos le podrían aportar, de acuerdo a sus necesidades. Para los empresarios panaderos, por ejemplo, hay cursos de gestión en administración de empresas y administración de inventarios, entre otros. Y para sus trabajadores, hay cursos de manipulación de alimentos, de servicio de atención al cliente y cursos de computación básica. La gama es bien amplia, y pienso que tanto el empresario panadero como el trabajador de la industria del pan, tienen muchas posibilidades de capacitarse en áreas que son de mucha importancia para el negocio.
Nuestro gremio se encuentra actualmente en un proceso de desarrollo de programas de inserción social, ¿cree que nuestra bolsa de trabajo podría complementarse con la capacitación vía Voucher?
El bono Voucher permite varias flexibilidades, y si hay necesidad de algún sector productivo de impulsar ciertas competencias y cursos, y si los perfiles de los trabajadores cumplen con nuestros requisitos, perfectamente los requerimientos de la industria pueden complementarse con este bono. ¿Cómo concretar esto?, revisando el programa que está impulsando Fechipan y analizar si sus cursos tienen alcance y pertinencia dentro de los objetivos que plantea el bono Voucher de capacitación.
De hecho, ya sostuvimos una reunión con Fechipan, en la cual se estableció la necesidad de definir cursos, que puedan ser incorporados a nuestro bono Voucher.
Claudio Palma, Jefe Programa Bono Capacitación del Sence.