En esta edición incluimos una entrevista al presidente mundial de la industria del pan, Peter Becker, que efectuamos con motivo del lanzamiento de la feria IBA 2012. En ella surgen varios conceptos muy relevantes, en relación a lo que marca las pautas de la panadería artesana mundial y a lo que son los desafíos que como sector debemos plantearnos.
Y como la globalización es un tema que hoy hace que las tendencias se propaguen con rapidez y las realidades se asemejen cada día más, independiente de los kilómetros de distancia que separen a los países y continentes, bien vale la pena prestar mucha atención y comparar lo que es esta mirada general con el quehacer propio de nuestro rubro en Chile.
Así las cosas, un tema que llama a la reflexión y que debe ser tenido en cuenta como un desafío para la actividad, tiene que ver con la necesidad de reposicionar el oficio de panadero y todo lo que circunda a nuestra industria. Esto, porque para poder optar cada día a una mejor calidad de mano de obra, la gente tiene que estar motivada a ejercer la profesión y sentirse orgullosa de ello.
Esta tarea implica más información, más marketing y más revalorización del sector en general, cuestión que han hecho muy bien otras áreas de las que debemos sacar lecciones y aprender. Para muestra un botón: Hoy muchos jóvenes prefieren estudiar la carrera de chef antes que la de panadero y no por un tema de remuneraciones futuras (de hecho, en promedio el segundo gana mejor), sino que por un asunto relacionado con el estatus.
A lo anterior se agregan otras tareas que están relacionadas con incentivar la innovación, con generar nuevas políticas comerciales, con crear mecanismos atractivos de fidelización de clientes, con privilegiar la diversificación de productos, con incorporar la tecnología a los procesos de gestión, con aumentar la capacitación de trabajadores e industriales y con fortalecer la actividad gremial.
En síntesis, una suma de elementos que permitan conformar lo que hoy se espera de una empresa moderna, que tiene la misión de responder a las necesidades del mercado y los consumidores, junto con ser competitiva y eficiente para asegurar su supervivencia.
Ahora bien, analizando lo que deben ser estas metas sectoriales, podemos concluir que al menos en el diagnóstico e identificación de los temas que son relevantes para la panadería actual, hemos estado bastante acertados como gremio para comprender por dónde viene la mano en lo que son los aspectos sobre los que debemos trabajar.
Obviamente, ahora la misión (y aún la diferencia con lo que sucede en lugares como Europa) pasa por encontrar las mejores fórmulas para llevar adelante de manera exitosa estos objetivos, y es en ese punto en el que debemos concentrar todas nuestras fuerzas para salir victoriosos.
Desde luego que en este camino tenemos que apoyarnos en una buena relación con las empresas proveedoras, con el mundo académico y con los estamentos gubernamentales, ya que cada uno puede y debe aportar su grano de arena para asegurar la continuidad de una industria tan clave para el país como lo es la panadera.
Los desafíos están claros, ahora sólo hay que poner la voluntad, las ganas y la energía requerida para refundar el concepto de la panadería tradicional.
Sr. José Antonio Yañez Dieguez